jueves, 26 de noviembre de 2009

El motín de esquilache

Entre los días 23 y 26 de Marzo de 1766 tuvieron lugar en Madrid unos graves disturbios populares. El 23 de Marzo, numerosas personas se reunieron en la plaza Mayor de Madrid profiriendo gritos contra el Marqués de Esquilache, ministro de Hacienda y Guerra de Carlos III. Estas personas protestaban por el excesivo precio del pan y por la nueva normativa que prohibía el uso de capas largas y sombreros de ala ancha. Los manifestantes se dirigieron a la casa de Esquilache y la saquearon.
El día 24, la situación se agravó porque miles de manifestantes se dirigieron al Palacio Real, en cuya puerta se produjeron graves enfrentamientos que provocaron la muerte de diez soldados de la guardia valona
Carlos III se vió obligado a salir al balcón y acceder a las peticiones de la multitud: desterrar a Esquilache, disolver el cuerpo extranjero de la guardia valona, rebajar el precio de los alimentos básicos y abolir el bando sobre capas y sombreros.



Motín de esquilache, pintado por Goya









domingo, 18 de octubre de 2009

El primer intento de dar la vuelta al mundo- Siglo XVI

Uno de los hechos relevantes del siglo XVI, fue la primera vuelta al mundo. La realizó un navegante portugués llamado Fernando de Magallanes . Su proyecto al igual que el de Colon se basaba en una dato cierto, en que la tierra es una esfera, y en otro equivocado , las dimensiones de esta esfera que ambos consideraron mucho más pequeña de lo que era.
Su idea principal era encontrar un paso por el Sur de América para llegar a las Molucas y sus riquezas. Al rey de Portugal no le gustó la idea y se la expuso al rey español Carlos I que la acepto.
La expedición formada por cinco naves con unos 250 hombres a bordo y con Magallanes al mando de la flota se hizo a la mar en agosto de 1519. Tras pasar por las Canarias se dirigió hacia Sudamérica, viajando más al sur de lo que hoy es Brasil y entonces eran las posesiones portuguesas en América, donde exploraron cada porción de costa, costeando cada golfo y cada estuario (como el gigantesco Río de la Plata) buscando el paso hacia el océano Pacífico. Tuvieron que pasar el invierno austral (que coincide con los meses del verano del hemisferio norte) en el sur de lo que hoy es Argentina. En ese momento se produjo un motín que supuso la pérdida de dos de las cinco naves de la expedición. Cuando terminó la estación fría siguieron hasta el sur hasta encontrar el paso que todavía hoy llamamos Estrecho de Magallanes. Los historiadores reconocen la enorme dificultad que tuvo encontrar este paso en una zona que puede definirse como un auténtico laberinto geográfico, y el mérito que tuvo atravesarlo sin daños, pues esta parte del mundo es famosa por sus dificultades meteorológicas, lo que unido a la escasa anchura del paso, convierte a la expedición de Magallanes en una auténtica hazaña.
Una vez entrados en el océano al que ellos van a bautizar como Pacífico empezaron una travesía que Magallanes esperaba que fuese corta hacia el oeste en dirección a Asia. La trascendental decisión de proseguir el viaje después de más de un año de navegación, sufrir un motín y perder hombres y barcos, sólo puede entenderse por la creencia de Magallanes en la proximidad de las costas asiáticas. En concreto Magallanes pensaba que lo que había más allá del paso era un pequeño mar cuando en realidad era el mayor de los océanos y que la tierra firme más cercana se encontraba a varios miles de kilómetros.
La expedición de Magallanes se desplazará durante tres meses por el Pacífico sin ver nunca tierra y casi sin comida. A causa de la falta de alimentos frescos muchos marineros enfermaron de escorbuto y de estos la mayor parte acabarán por morir. La expedición ya en un estado desesperado alcanzará la isla de Guam en enero de 1521 y luego reemprenderá su viaje hacia Asia.
Magallanes no consiguió llegar al fin, ya que murió en las Islas Filipinas , pero demostró que su plan era viable “alcanzar oriente por occidente”. La expedición la continuó Juan Sebastián Elcano. El objetivo se consiguió pero solo regresó una nave de las cinco que partieron . Toda la dificultad padecida hizo que no se repitiera un viaje igualo hasta pasado cincuenta años.

La peste en el siglo XVII



La peste bubónica fue un fenómeno común a toda Europa durante el siglo XVII, en el que se sucedieron varias oleadas pestíferas. Entre 1569 y 1602, una serie de malas cosechas coincideron en la Península, con la llamada peste atlántica, que entró en Castilla desde Francia e Inglaterra a través de los puertos cántabros. En seguira se propagó rápidamente y provocó más de medio millón de muertos. Cataluña, la mayor parte de Valencia y Murcia quedaron en cambio libres de los efectos de la epidemia. No ocurrió lo mismo entre 1629 y 1631, cuando se sufrió un contagio en Cataluña extendido desde Provenza y Languedoc.


Sin embargo la epidemia más grave y difundida se produjo en los años centrales del siglo y ocasionó una de las mayores catástrofes demográficas de la España moderma. Teniendo como foco originario Argel, en el norte de África, la peste llegó a las costas levantinas de la península Ibérica en 1647. Se expandió rápidamente en una doble dirección, desde Valencia afectó a las regiones de Murcia, Andalucía, Aragón y Cataluña. Desde Barcelona la peste se extendió hacia el norte y a Malorca, y desde allí a Italia. Las consecuencias fueron horrendas: Cataluña perdió entre un 15 y un 20% de su población, y Andalucía fue posiblemente la segunda región más afectada.


Las grandes epidemias de peste, por lo demás, no se detuvieron aquí. La desaparición de esta mortífera enfermedad que asolaba Europa no llegó hasta comienzos del siglo XVII: la epidemia de Marsella de 1720 fue la última de este género.


La conquista de las Islas Canarias - Siglo XV


La conquista de Canarias se llevó a cabo entre 1402 y 1496.
En 1402 se inicia propiamente la conquista con la expedición a Lanzarote de los normandos Jean de Bethencourt y Gadifer de la Salle, motivados por las posibilidades de explotación de la orchilla(un líquen que se usaba como colorante). En esta primera fase, la conquista de Canarias se llevó a cabo por iniciativa de particulares, y no por la Corona, de ahí que se denomine conquista de señorío, aunque Bethencourt se hubiese hecho vasallo del rey de Castilla. La conquista de señorío incluyó las islas de Lanzarote, Fuerteventura, La Gomera y El Hierro: éstas eran las menos pobladas del archipiélago, y su rendición resultó relativamente sencilla. La Gomera, sin embargo, mantuvo una organización mixta, en la que conquistadores e indígenas pactaron su coexistencia hasta la llamada "Rebelión de Los Gomeros" de 1488, que supuso la efectiva conquista de dicha isla.

La siguiente fase de la conquista, o conquista de realengo, se llevó a cabo a instancias de la Corona de Castilla, después de que los señores de las islas hubiesen cedido sus derechos sobre Gran Canaria, La Palma y Tenerife (islas que aún quedaban por conquistar) a los Reyes Católicos en 1477. Se inicia entonces la parte más dura del proceso, dado que se trataba de los territorios más poblados, mejor organizados y con un terreno muy escarpado.
La conquista de Gran Canaria se inicia en 1478 con la fundación del Real de Las Palmas y termina con la rendición de Ansite en 1483. Los principales conquistadores de esta isla fueron Juan Rejón y Pedro de Vera.
Alonso Fernández de Lugo, que había participado en la conquista de Gran Canaria, obtuvo el derecho de conquista de La Palma y Tenerife. La invasión de La Palma se inicia en 1492 y finaliza en 1493 con el engaño y captura del jefe indígena Tanausú. Tenerife es la última de las islas en conquistar. En la primera batalla los guanches (tribú que vivía allí) saldrían como vencedores. Posteriromente le sigue una "guerra de guerrillas" y las trascendentales victorias castellanas de la Batalla de Aguere y la Segunda batalla de Acentejo. La conquista finaliza oficialmente con la Paz de Los Realejos de 1496, aunque algunos indígenas mantienen focos de resistencia en las cumbres (los llamados "guanches alzados").